lunes, 30 de abril de 2018

Días de contradicción femenina

Días de contradicción femeninaEstoy en esos días. No, no esos días (¿no les conté que estoy embarazada?). Estoy en otros días femeninos, los días de contradicción femenina.

Estoy triste y bajoneada, pero no quiero que nadie intente animarme. Estoy llorando, pero no toleraría que alguien intente alegrarme.

Me siento sola, pero no quiero estar con nadie, ni que nadie me hable. No quiero consuelo ni ayuda.

Necesito afecto, pero no quiero que nadie me toque, ni que se me acerque. ¿Un abrazo? No, ahora no.

No sé qué hacer, pero odiaría que alguien trate de aconsejarme. No sé si será el clima, o las hormonas del embarazo, o los antojos de Panchita, o qué. Pero me puedo llegar a poner violenta con cualquiera que trate de interpretar o de explicarme lo que me pasa.

Me puse a mirar las ecografías de Panchita, pero ni eso logra sacarme del bajón.

Quisiera encerrarme en un armario oscuro hasta que se me pase este estado de ánimo, o hasta que empiece el trabajo de parto. Lo que ocurra primero.

Mientras tanto, les aconsejo que no se me acerquen. Estos días son peores que los tradicionales días femeninos. ¿Vieron el increíble Hulk? Bueno, así más o menos. Así que mantengan la distancia, por favor.

viernes, 27 de abril de 2018

Surreal - capítulo 2

(si todavía no leíste el capítulo 1, leelo aquí)

sexo virtual - relajación after-sexDicho esto, el hombre tocó otro botón en el vidrio del ascensor y éste se puso otra vez en movimiento. Subió durante unos segundos hasta detenerse en algún piso y abrir sus puertas. Tomados de la mano, Jesy y Logan caminaron por los pasillos del hotel entre los seres artificiales que lo poblaban, ninguno de los cuales parecía advertir que ella iba en ropa interior.

Finalmente llegaron a la puerta de la habitación. Podrían haber continuado la acción en cualquier lugar; nadie se escandalizaría ni los denunciaría por exhibicionismo. Pero ambos preferían un ambiente tradicional, con la intimidad de una habitación, la comodidad de una cama, las luces tenues y la música suave.

Al cruzar la puerta, Jesy se tomó un tiempo para recorrer la habitación con la vista. En ella estaba todo lo que podía imaginarse que habría en la más lujosa suite de hotel. Techo vidriado con vista a las estrellas, enorme balcón con vista al mar, palmeras, muchos y diversos sillones, grandes espejos, una gigantesca cama, y hasta un bar con cientos de botellas con contenido ficticio. Se alegró de haber tomado un energizante antes de sumergirse; eso le daría más tiempo antes de sentir sed.

Se trepó a la cama e instó a Logan a acompañarla.

-¿No querés pasar por el balcón para admirar la vista? -preguntó él.
-Hoy no.

Logan se acercó a la cama desabrochándose la camisa, mientras Jesy se quitaba con lentitud su ropa interior. Podría haberla hecho desaparecer con sólo oprimir un botón oculto en el corpiño, pero prefirió desnudarse de la manera tradicional. Logan siguió sus pasos.

Jesy se obligó a sí misma a disfrutar plenamente de la experiencia, ignorando la parte analítica de su mente; la misma que, en inmersiones anteriores, le había hecho perder el tiempo tratando de encontrar fallas en la simulación del cuerpo de su amante, ya fuera en sus movimientos, en la textura de su piel, o en su temperatura. En esa ocasión, estaba decidida a recorrer el cuerpo de Logan con el único objetivo de disfrutarlo, no de examinarlo.

Pasado el clímax, los amantes recuperaban el aliento, acostados en la gran cama. Con la oreja apoyada en el pecho de Logan, Jesy se relajaba escuchando sus latidos. Sabía que eran simulados, pero el sonido le producía una sensación agradable. La voz del hombre interrumpió el momento de relax.

-Ya debo irme.
-Claro, obtuviste lo que querías y te vas. No me vas a venir con que tenés una reunión en la mañana, ¿no?

Logan rió.

-Es que ya recibí la primer advertencia.
-¿Ah sí? O sea que hace bastante tiempo que te sumergiste. ¿Con cuántas estuviste hoy antes que yo?
-Jesy…
-No seas bobo, te estoy jodiendo.

Se produjo un breve silencio. Jesy no quería levantar su cabeza del pecho de su amante.

-Bueno… comenzó a decir Logan, siendo rápidamente interrumpido.
-¿No te gustaría conocerme?
-Nos conocemos hace mucho.
-Me refiero a conocerme de verdad. Saber cómo soy en realidad.
-Sí, a mí me encantaría. Pero a vos no te gustaría conocerme. Soy viejo, gordo, pelado y feo.

Jesy soltó una carcajada.

-Quiero quedarme a dormir acá. Esto es perfecto.
-Pero en este hotel no sirven desayuno. Además no vas a poder dormir, te va a despertar la chicharra. Y la mía va a sonar en cualquier momento.
-Sí ya lo sé.

Resignada, Jesy se levantó, dejando a Logan en libertad para irse, cosa que hizo luego de darle un tierno beso de despedida.

Sola en la enorme habitación, Jesy se miró en un espejo. Observó su pelo artificialmente enmarañado. Se llevó las manos a la cabeza pero ésta nunca sintió el tacto. En cambio, sus manos tocaron un casco tan rígido como invisible. Luego intentó tocarse el lóbulo de la oreja, sólo para encontrar la misma inconsistencia en las sensaciones.

Cuero cabelludo y orejas. Jesy deseó que esas dos partes del cuerpo hubieran podido recibir estímulos durante el sexo virtual como ocurría con casi todas las demás.

Decidió acostarse, cerrar lo ojos y quedarse dormida, hasta tanto Vinmersion comenzara a advertirle que era hora de volver al mundo real.

Momentos después, los auriculares de Jesy reprodujeron una suave campanada, seguida de una voz femenina igualmente suave. “Vinmersion le informa que su sesión deberá concluir en quince minutos”.

Jesy se desperezó, estirándose y bostezando. Un movimiento de su mano hizo aparecer en el aire un botón rotulado “Apagar”. Antes de presionarlo, echó un último vistazo de su imagen en el espejo, para quedarse con el recuerdo de ese cuerpo sin imperfecciones, modelado de acuerdo a sus preferencias. Resignada, presionó el botón y escuchó la voz de Vinmersion diciendo simplemente “hasta pronto”, tras lo cual todo se volvió negro.

Al quitarse el casco, se descubrió a sí misma sudorosa, con la boca seca y el cuerpo semihundido en una capa de espuma gelatinosa que se escurría lentamente por los tubos de reciclaje de la burbuja. “El mundo real apesta”, pensó.

Salió de la burbuja y ordenó en voz alta “Alex, preparame el baño por favor”. “Enseguida”, se escuchó decir al control inteligente del departamento.

Antes de sumergirse en la tina, acercó su rostro al espejo. Observó el lóbulo de su oreja izquierda. Metió sus dedos índice, anular y pulgar en su boca para humedecerlos, y los usó para apretarse ligeramente el lóbulo. Pero éste no sintió el contacto de los dedos.

Antes de sumergirse en la tina, acercó su rostro al espejo. Observó el lóbulo de su oreja izquierda. Metió sus dedos índice, anular y pulgar en su boca para humedecerlos, y los usó para apretar ligeramente el lóbulo. La caricia le produjo una leve satisfacción, la cual se transformó en placer cuando imaginó que sus dedos húmedos eran la lengua de Logan. Aunque ese placer fue interrumpido por un fuerte dejá-vú.

domingo, 22 de abril de 2018

Me dicen que no sea tan Fátima, y quien me lo dice es Joaquín Sabina

¿Sabina me habrá conocido y yo nunca me enteré? Por que algunas estrofas de su canción "Si no fueras tan" parecen escritas para mí. Pero no sólo parecen; en la letra me menciona por mi nombre... ¿Coincidencia? Quizás no...

Si no fueras tan Joaquín SabinaCopio la letra de la canción y marco algunas partes que me describen con bastante precisión:

Si no fueras tan guapa
si no me sacudieras por las solapas
del corazón

Si no fueras tan borde
si no te conocieran los cuatro acordes
de mi canción

Si no fueras tan lista
tan ángel de la guarda de los artistas
desesperados

Si no fueras tan tierna,
si no hubiera dormido entre tus piernas
crucificado,

Si no fueras tan loca, tan pena, tan todo
tan beso, tan duda
si no fueras tan seda, tan uva, tan miedo
tan sal, tan desnuda
si no fueras tan casa, tan nube, tan pingo
tan tango, tan blues...

Yo no estaría aquí
jugándome por ti
la vida a cara o cruz

Si no fueras tan... De esa manera
si no fueras tan... Enredadera
si no fueras tan... Perra faldera

Si no fueras tan... Como una fiera
si no fueras tan... Ni tan siquiera
si no fueras tan... Como cualquiera como eres tú

Si no fueras tan... Apasionada
si no fueras tan... Disparatada
si no fueras tan... Todo fachada

Si no fueras tan... Inocentada
si no fueras tan... Buena coartada
si no fueras tan... Corazonada como eres tú

Si no fueras tan boba,
si no te derritieras cuando te soba
cualquier fantoche

Si no fueras tan rara
si no se te notaran tanto en la cara
las malas noches

Si no fueras tan bruja,
tan marilyn, tan fátima, tan maruja
y tan encarnita

Si no fueras casada
si no tuviera dueño la mermelada
de tu boquita,

Si no fueras tan loca, tan pena, tan todo...

Yo no estaría aquí...

Si no fueras tan... Insoportable
si no fueras tan... Indispensable
si no fueras tan... Considerable como eres tú

Si no fueras tan... Imprevisible
si no fueras tan... Imprescindible
si no fueras tan... Irrepetible

Si no fueras tan... Susceptible
si no fueras tan... Indivisible
si no fueras tan... Incompatible como eres tú

Si no fueras tan de esa manera...

jueves, 19 de abril de 2018

Surreal - capítulo 1

Lo que sigue es un intento por escribir ciencia ficción. No sé si soy muy pretenciosa al querer hacerlo, pero por lo menos me saca de mi zona de confort. Agradezco muy especialmente a mi asesor en temas tecnológicos Sharkboy por sus valiosos aportes.

Jesy miraba distraídamente las noticias en la pantalla interior del auto, mientras éste la llevaba diligentemente hasta su hogar. Unos minutos después de partir, una voz suave y masculina le avisó que el viaje había concluído. La puerta del vehículo se abrió y Jesy descendió directamente en el living de su casa.

Las luces se encendieron junto con la música y el sistema de climatización, ajustándose a las preferencias de la dueña de casa.

Sexo virtual futuristaJesy vivía sola, como la gran mayoría de las personas que, como ella, rondaba los 30 años en 2044; es por eso que su casa reflejaba las tendencias arquitectónicas propias de su generación: grandes ambientes, ausencia de paredes y puertas, muebles escasos y, en lo posible, ocultos en las paredes.

Se quitó la ropa y la dejó tirada en el suelo. El robot de la limpieza se encargaría luego de recogerla y llevarla a lavar.

Después de tomar una bebida energizante, se abocó al pasatiempo favorito de su generación: Vinmersion, el sistema de realidad virtual inmersiva que había desterrado definitivamente a la arcaica televisión 3D.

Se puso el casco de realidad virtual y se metió en la gran burbuja acrílica que hacía las veces de interfaz humana.

Una vez dentro, el casco la transportó a una llanura verde cubierta por un cielo azul con apenas algunos trazos de nubes. Un menú de programas apareció flotando ante su vista, con sus tres opciones favoritas en los primeros lugares: fitness, fantasía y teatro. Con un movimiento de su mano, Jesy eligió fantasía. El escenario a su alrededor cambió inmediatamente por una escena espacial en la que su cuerpo flotaba entre cometas multicolores que surcaban el espacio. No tenía interés en explorar la galaxia virtual, así que con un gesto de su mano hizo aparecer delante suyo un mapa estelar, en el que rápidamente encontró el planeta Surreal.

Sosteniendo su dedo índice sobre el planeta durante un par de segundos, inició el viaje a híper velocidad hasta Surreal. Apareció dentro de una habitación privada en donde contaba con todo lo necesario para prepararse para su aventura: ropa, perfume, accesorios, incluso un cuerpo que podía modelar a su antojo para exhibir ante los demás visitantes del planeta virtual.

La "espuma inteligente" que llenaba la burbuja de Vinmersion era la encargada de traducir los estímulos virtuales en reales. Podía cambiar de forma, de textura, de temperatura y hasta de densidad. Al elegir y probarse Jesy un vestido, la espuma rodeaba su cuerpo, simulando el roce de la tela sobre la piel. Si elegía una prenda íntima muy ajustada, la espuma adoptaba la elasticidad exacta para apretar su cuerpo como lo haría la prenda real.

En sus inmersiones, Jesy optaba por usar siempre el mismo cuerpo; uno que se parecía bastante al real, pero con algunas mejoras: el busto un poco más grande, las caderas ligeramente más angostas, y la piel, suave como la de un bebé.

En cuanto a vestimenta, esa tarde sentía una preferencia por las prendas audaces; confiaba en encontrarse con Logan, su amante virtual preferido, y quería verse espléndida.

Después de probar una infinidad de combinaciones de maquillaje, peinado, vestimenta, zapatos, color de piel y color de cabello, se decidió a dejar la habitación.

Apenas cruzó la puerta para salir a la “intemperie” del planeta, comenzó a recibir una avalancha de propuestas de otros visitantes de Surreal deseosos de convertirse en sus amantes esa noche. Las descartó a todas, con la esperanza de recibir la única que pensaba aceptar. Sin embargo, ésta no llegaba.

Sintió un ataque de celos al ver en su lista de contactos que el estado de Logan era “ocupado”. Se propuso esperarlo sólo dos minutos, tras los cuales aceptaría la propuesta de cualquier desconocido.

Para alegría de Jesy, antes de que se cumpliera el primer minuto el estado de Logan había pasado a “disponible”, y la propuesta de su pareja preferida no tardó en llegar.

Con una gran sonrisa en el rostro (tanto en el real como en el virtual), Jesy hizo un gesto con el que aceptaba la propuesta. Inmediatamente apreció en el escenario que Logan había preparado para el encuentro: el lobby del hotel más lujoso que la imaginación podría crear.

Recorrió el lobby caminando con lentitud, observando a los conserjes, botones, pasajeros y demás seres artificiales en actitudes y actividades casuales que daban al escenario un aspecto más real. Al mirar a los ojos a cualquiera de ellos, éste respondía esbozando una cortés sonrisa. Jesy deseó que el mundo real pudiera copiar aunque fuera un poco de la perfección de ese espacio virtual.

Los auriculares del casco hicieron llegar a sus oídos las notas de un piano lejano. Jesy sonrió otra vez y comenzó a caminar en busca del origen de la música, orientándose por la procedencia simulada del sonido.

Después de recorrer varios ambientes en donde todo era lujo y refinamiento, llegó hasta un salón iluminado a media luz, en cuyo centro había un gran piano de cola blanco. Sentado al piano estaba Logan, ejecutando con virtuosismo una suave melodía.

Jesy caminó hasta el piano, se trepó a éste y se recostó de lado. Con esa postura podía lucir su producida figura y a la vez mirar a Logan, quien le regaló una sonrisa capaz de derretir un témpano.

-Podria quedarme miråndote tocar toda la noche -dijo ella.
-Yo preferiría pasar la noche tocando otra cosa -respondió el galán, mientras con la mano derecha, y sin dejar de tocar el piano con la izquierda, acariciaba la pierna de su compañera. La espuma dentro de la burbuja de Vinmersion replicó con precisión la caricia sobre la pierna real de Jesy, causándole un escalofrío.
Jesy rió.
-Y qué esperamos?

Por toda respuesta, Logan dejó inmediatamente de tocar, se puso de pie y ofreció ayuda a Jesy para bajarse del piano. Caminaron hasta un ascensor vidriado que los esperaba con las puertas abiertas.

Una vez en el ascensor, Logan presionó uno de los botones dibujados en la pared translúcida. El ascensor comenzó a subir.

El sistema de Vinmersion no podía (aún) simular la fuerza G, pero la ilusión visual de ascenso era lo bastante convincente como para producir vértigo a quien tuviera temor a las alturas. No era el caso de Jesy, que miraba maravillada cómo el tamaño de las personas virtuales iba en disminución a medida que el ascensor subía.

Logan presionó otro de los botones dibujados en el vidrio y el ascenso se detuvo abruptamente. En el rostro de Jesy se dibujó una nueva sonrisa, adivinando el siguiente movimiento de su pareja. Las manos de Logan se apoyaron en la pared translúcida, una a cada lado de la cara de Jesy, quien se sintió agradablemente acorralada.

Los labios de Logan tocaron finalmente a los de Jesy. La espuma en cada una de las burbujas de los amantes se encargaba de reproducir los movimientos, la textura, la temperatura y hasta la humedad de los labios y la lengua del otro. La espuma también era la encargada de delinear cada cuerpo en la burbuja remota, para simular el contacto físico.

La mano de Logan recorrió con cuidado la espalda de Jesy, tanteando sutilmente hasta encontrar un diminuto botón en el vestido. Al girarlo, el vestido se desvaneció en el aire, revelando el conjunto de ropa interior rojo y negro satinado que Jesy había elegido para la ocasión.

-A este te va a costar un poco más de trabajo sacarlo.
-No me preocupa -rio Logan-. Voy a esperar a que vos misma te lo quites.

Continuará...
 

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