martes, 11 de diciembre de 2018

Mi nueva vida como mamá soltera

Mi nueva vida como mamá soltera
Este es uno de los poquísimos momentos en que Pancha duerme y yo no estoy destruida del todo (para los que no conocen mi historia, Pancha es mi hija de casi cinco meses). Decía que a mi cabeza y a mi cuerpo aún les queda algo de batería, así que puedo darme el lujo de escribir algo. Además, estoy con ánimo para escribir... todo esto es una muy rara coincidencia.

A veces se me da por leer mis “aventuras” de hace casi dos años, cuando recién me había mudado sola y quería vivir la vida loca. Me cuesta creer que esa haya sido yo. Tenía un deseo desenfrenado por experimentar cosas nuevas. Y claro, así me fue.

Hoy soy una persona completamente distinta. Supongo que cosas tales como haber sido víctima de secuestro, haber quedado embarazada sin proponérmelo y haber sobrevivido un intento de suicidio (todo eso en apenas una semana), te cambian un poco la perspectiva.

Antes era fotógrafa. También trabajé de modelo. Podría decirse que ejercí la prostitución (para probar, nomás, y para cumplir una fantasía) y hasta hice las veces de un ama sádica en un trío.

Hice cosas bastante locas. Y ahora soy mamá. Nada más que mamá. Antes me sentía linda. Me gustaba mostrarme y mirarme, y disfrutar de mi cuerpo. Me gustaba recibir elogios por mi belleza. Hoy me veo a mí misma y me parezco horrible. No tengo ningún deseo sexual en absoluto.

No soy feliz. O a veces sí, pero hay ocasiones en que quisiera dar a mi hija en adopción e intentar volver a tener una vida. Lo pienso en serio. Pero después pienso: ¿qué es tener una vida? ¿Antes la tenía y ahora no?

Hace poquito me convencieron de salir a la noche. Con un par de amigas y algún que otro amigo colgado de mis amigas. Fue un desastre.

Desde el primer minuto quería llamar a mi vieja para preguntar por Pancha. Y mis amigas me quitaban el celular. O lo intentaban, hasta que les respondí con furia y me dejaron en paz.

Mamá con bebé en brazosUno de estos colgados se quería hacer el lindo conmigo de una forma muy patética. Me preguntaba cosas de cómo era ser mamá, como si realmente le interesara. Un pendejo, tenía como mínimo cinco años menos que yo. Encima yo me sentía horrible, la ropa me quedaba mal, la música no me gustaba… al final les dije chau a todos sin dar un beso a nadie, me tomé un Uber y me fui a casa. No eran ni las tres de la mañana. Pancha dormía como marmota. La desperté y le di la teta, llorando como una estúpida.

Y así es mi vida ahora. Sin proyectos. Sin casa propia. Sin trabajo. Sólo la tengo a Pancha. Y a mis viejos, claro, que a duras penas me bancan como inquilina.

Se me acabó el recreo. Pancha acaba de despertarse. Quizás si en algún momento vuelven a alinearse los planetas como estaban hace un par de minutos, pueda escribir alguna cosa más. Pero por ahora, tengo que ir a cumplir con mis deberes de mamá.



martes, 19 de junio de 2018

Mi debate personal sobre el aborto

Síndrome post-aborto
Meses antes de que se empezara a tratar el tema en el congreso, tuve que pasar por un debate personal sobre el aborto. Cuando la noticia de mi embarazo se supo en mi entorno familiar, comenzó la discusión.

La gran mayoría (todos menos yo) decían que debía abortar. Y con razones más que justificadas, porque mis perspectivas como futura mamá eran sombrías: sin pareja, sin trabajo, sin casa propia y con una afección mental diagnosticada.

Pero la decisión final fue mía. Decidí NO ABORTAR. Yo lo decidí, y nadie más.

Y así como yo decidí sobre el mío, quiero que cada mujer tenga decisión sobre continuar o no su embarazo.

En los argumentos en contra de la ley escuché muchísimas idioteces. Hubiese querido ir al congreso a mostrar mi panza de siete meses y reclamar nuestros derechos como mujeres, pero tuve que olvidarme de eso, para cuidar de mi salud y de la de Pancha.

Una de las más grandes idioteces que escuché fue que las mujeres van a usar el aborto como anticonceptivo, para poder tener sexo irresponsablemente. Quienes argumentan esta pelotudez (perdón por el lenguaje) no tienen idea de lo que significa para una mujer practicarse un aborto. Se creen que van, se sacan al feto y a seguir garchando.

Una mujer nunca vuelve a ser la misma después de abortar. El recuerdo del embarazo interrumpido y la culpa la acompañan durante toda su vida. Los pensamientos sobre el hijo que decidió no tener la acosan constantemente (esto no lo digo por decir, es lo que sale de una encuesta entre mujeres que abortaron). Además, la mujer que abortó es propensa a caer en cuadros depresivos y quizás pierda su fertilidad.

La ley del aborto va a asegurar que toda mujer que decida interrumpir su embarazo esté informada de las consecuencias, cosa que con los abortos clandestinos claramente no sucede. Y, más importante, que tenga contención después de abortar.

Otra de las pelotudeces que escuché es que, en vez de promover el aborto, se dediquen más recursos a la educación sexual. Todo el mundo sabe que la mayor cantidad de abortos se llevan a cabo en mujeres con altos niveles de educación y pertenecientes a familias con altos ingresos. Cortémosla con la hipocresía, como bien lo dijo Favaloro. Sí, obvio, pongan más plata en educación sexual, pero no sean ingenuos, con eso no van a reducir la cantidad de abortos.

Protesta contra el aborto clandestinoMuchas mujeres tienen en el aborto una posibilidad para evitarle un futuro miserable a un hijo que no desearon. No es egoísmo ni comodidad, es una decisión muy difícil, que se toma para evitar un mal mayor.

Tampoco es una cuestión de ideología política ni de clase social. Me enferma que usen a esta ley y a los debates respectivos como herramientas para ganar crédito político.

En fin, me resistía a enroscarme en discusiones sobre este tema, pero tengo una opinión al respecto y quise darla a conocer. Ahora sí, adelante con el debate.

miércoles, 13 de junio de 2018

El ruido de la llave en la puerta

Ruido de la llave en la puerta - entrando por la puertaNo duró mucho tiempo. Apenas unos meses. Aunque pensándolo bien, sí fue mucho tiempo. Fueron unos meses eternos. Cualquier tiempo que se pase viviendo en un infierno se vuelve eterno.

Mi terror de cada día empezaba cuando escuchaba el ruido de la llave en la puerta.

Ese ruido tenía un horario. Ingenuamente esperaba que se demorara todo lo posible, quizás hasta que se hiciera tarde y yo pudiera refugiarme en el silencio y la oscuridad del dormitorio, y él, aunque sea, respetara mi descanso.

Pero lamentablemente él era muy puntual. El ruido de la llave en la puerta se escuchaba todos los días a la hora señalada. Entonces comenzaba mi calvario.

Había aprendido a leer sus señales. Un beso de “hola mi amor” me decía mucho. Si lo acompañaba con una sonrisa, era una buena señal. Tal vez una falsa buena señal, pero en mi ingenuidad me producía cierto alivio y, algunas veces, me hacía pensar que todavía había algo en él que yo amaba.


La peor señal era cuando esquivaba el beso y ni siquiera me decía hola. No decía nada. Si al menos hubiera compartido algo de lo que le pasaba, quizás sus frustraciones no se hubieran traducido en violencia. Pero no.

Ya había aprendido a evitar la pregunta obvia de “¿qué te pasa?”. Si preguntaba eso era mucho peor, así que había aprendido a quedarme callada.

De ahí en más sabía que todo estaría mal. Cualquier tema de conversación que yo iniciara le resultaría aburrido y molesto. Cualquier comida que yo preparara le resultaría espantosa. Y cualquier ropa que yo usara me haría ver horrible.

Esos días, yo esperaba a que se quedara dormido frente a la tele para irme a acostar y llenar mi almohada de lágrimas. Después, cuando él se acostaba, yo me hacía la dormida.

Aquella noche, el ruido de la llave en la puerta extrañamente se hizo esperar. Casi una hora. Pero justo cuando estaba empezando a abrigar esperanzas de no escucharlo, lo escuché.

Esa noche llegó con la furia a flor de piel. No sólo esquivó el beso, sino que en el momento de colgar las llaves junto a la puerta rompió en llanto. Al verlo así, vulnerable, cometí mi gran error. Le pregunté “¿qué te pasa?”. La respuesta fue un fuerte revés que aún hoy casi puedo sentir en la mejilla.

Supo que había cruzado la raya y se quedó miråndome sin saber qué hacer. Yo también me quedé mirándolo atónita. Creo que dijo “perdón” e intentó a abrazarme, pero retrocedí. Y corrí, aunque no muy lejos; sólo llegué hasta el baño. Y cerré con llave.

Ruido de la llave en la puerta - encerrada en el bañoLuego de encerrarme, lo que escuché fue una secuencia irracional de golpes, gritos, insultos, súplicas y pedidos de perdón. Por momentos hasta intentó hablar con tranquilidad, pero por fortuna no caí en su engaño y mantuve la puerta del baño cerrada. La angustia que viví esa noche quizás explique, aunque sea en parte, los trastornos mentales que sufro actualmente.

No tenía reloj, así que ignoraba completamente qué hora era. Pero recuerdo que en un momento, el departamento quedó en silencio, excepto por el ruido de la llave. “Se fue”, pensé. Y abrí la puerta. Y salí del baño.

El abrigo colgado en el perchero me hizo sospechar. Efectivamente me había engañado. No fue muy astuto; se puso en evidencia enseguida y me dió tiempo a volver a encerrarme en el baño.

Ya no hubo súplicas, ni pedidos de perdón, ni intentos por razonar. Sólo insultos, gritos y golpes cada vez más fuertes. Moví un mueble del baño para bloquear la puerta; si no lo hubiera hecho, quizás ahora no estaría contando esta historia.

En medio de la angustia, algo me hizo reír un poco: “¡Abrí, la puta que te parió, me estoy meando!”, me gritó. “¡Meate encima pelotudo!”. Fue la primera y única vez que lo insulté. Y se sintió muy bien.


Después, otra vez silencio, y otra vez el ruido de la llave. Esperé un buen rato antes de salir, y finalmente salí “armada” con un frasco de perfume. Estaba decidida a rompérselo en la cara si era necesario.

Por suerte no lo fue. Se había ido de verdad. Pero se había llevado mis llaves para que no pudiera escaparme. Si hubiese sido más inteligente, se habría llevado también mi teléfono. El error le costó caro.

Mi viejo llegó en compañía de un cerrajero y del portero del edificio. Más tarde vino un policía. Me preguntaron si estaba de acuerdo en que rompieran la cerradura. Yo les pedí por favor que la destrozaran, para que nunca más tuviera que escuchar el ruido de la llave abriendo la puerta. Aunque, de todos modos, nunca más iba a volver a ese departamento.

Sé que no podré borrar de mi memoria el terror que asocio con el ruido de la llave en la puerta. Pero sí espero poder ir tapándolo con otras emociones. Quizás un día, ese ruido pueda ser señal de que llega alguien a quien recibir con un beso, un abrazo y una sonrisa. Quizás, cuando escuche ese ruido sabré que vuelve alguien que me extrañó desde el momento en que se fue; alguien que me hace sentir segura en sus brazos, que me hace reír al escuchar sus ronquidos, y que me da alegría por ser la primer persona que veo al despertar.

“Del otro lado de la puerta”, el mismo relato pero desde el punto de vista de él (un ejercicio para analizar la situación desde el punto de vista del sexo opuesto).

martes, 1 de mayo de 2018

Abuela del siglo

Panchita, quiero que sepas que vas a tener la mejor abuela del mundo.

Todavía no naciste y ya hizo mucho por vos, y lo sigue haciendo. Con decirte que prácticamente te salvó la vida.

Tu mamá está enferma, Panchita. Los médicos querían internarla en un hospital, y tu abuela dijo terminantemente que no, por que internándose no se iba a curar; pero además, por que si la internaban, ponían en peligro tu vida.

Tu abuela discutió con todo el mundo, y al final logró evitar que internaran a tu mamá. Tu abuela protegió a tu mamá para que se cure. La cuidó muy bien para que nada la afectara. Así logró someter al demonio que tu mamá lleva adentro.

A veces ese demonio se despierta y quiere atacar de nuevo, pero ahí aparece tu super abuela y lo obliga a quedarse tranquilo de nuevo. En algún momento ese demonio se cansará y se irá para siempre. Ojalá eso pase antes de que nazcas.

Tu abuela debería dar clases de cómo ser abuela, y de cómo ser mamá. Para que todas las mamás y abuelas del mundo sean un poco más como ella.

Espero aprender sus lecciones, así puedo cuidarte tan bien como ella lo hace conmigo.

lunes, 30 de abril de 2018

Días de contradicción femenina

Días de contradicción femeninaEstoy en esos días. No, no esos días (¿no les conté que estoy embarazada?). Estoy en otros días femeninos, los días de contradicción femenina.

Estoy triste y bajoneada, pero no quiero que nadie intente animarme. Estoy llorando, pero no toleraría que alguien intente alegrarme.

Me siento sola, pero no quiero estar con nadie, ni que nadie me hable. No quiero consuelo ni ayuda.

Necesito afecto, pero no quiero que nadie me toque, ni que se me acerque. ¿Un abrazo? No, ahora no.

No sé qué hacer, pero odiaría que alguien trate de aconsejarme. No sé si será el clima, o las hormonas del embarazo, o los antojos de Panchita, o qué. Pero me puedo llegar a poner violenta con cualquiera que trate de interpretar o de explicarme lo que me pasa.

Me puse a mirar las ecografías de Panchita, pero ni eso logra sacarme del bajón.

Quisiera encerrarme en un armario oscuro hasta que se me pase este estado de ánimo, o hasta que empiece el trabajo de parto. Lo que ocurra primero.

Mientras tanto, les aconsejo que no se me acerquen. Estos días son peores que los tradicionales días femeninos. ¿Vieron el increíble Hulk? Bueno, así más o menos. Así que mantengan la distancia, por favor.

viernes, 27 de abril de 2018

Surreal - capítulo 2

(si todavía no leíste el capítulo 1, leelo aquí)

sexo virtual - relajación after-sexDicho esto, el hombre tocó otro botón en el vidrio del ascensor y éste se puso otra vez en movimiento. Subió durante unos segundos hasta detenerse en algún piso y abrir sus puertas. Tomados de la mano, Jesy y Logan caminaron por los pasillos del hotel entre los seres artificiales que lo poblaban, ninguno de los cuales parecía advertir que ella iba en ropa interior.

Finalmente llegaron a la puerta de la habitación. Podrían haber continuado la acción en cualquier lugar; nadie se escandalizaría ni los denunciaría por exhibicionismo. Pero ambos preferían un ambiente tradicional, con la intimidad de una habitación, la comodidad de una cama, las luces tenues y la música suave.

Al cruzar la puerta, Jesy se tomó un tiempo para recorrer la habitación con la vista. En ella estaba todo lo que podía imaginarse que habría en la más lujosa suite de hotel. Techo vidriado con vista a las estrellas, enorme balcón con vista al mar, palmeras, muchos y diversos sillones, grandes espejos, una gigantesca cama, y hasta un bar con cientos de botellas con contenido ficticio. Se alegró de haber tomado un energizante antes de sumergirse; eso le daría más tiempo antes de sentir sed.

Se trepó a la cama e instó a Logan a acompañarla.

-¿No querés pasar por el balcón para admirar la vista? -preguntó él.
-Hoy no.

Logan se acercó a la cama desabrochándose la camisa, mientras Jesy se quitaba con lentitud su ropa interior. Podría haberla hecho desaparecer con sólo oprimir un botón oculto en el corpiño, pero prefirió desnudarse de la manera tradicional. Logan siguió sus pasos.

Jesy se obligó a sí misma a disfrutar plenamente de la experiencia, ignorando la parte analítica de su mente; la misma que, en inmersiones anteriores, le había hecho perder el tiempo tratando de encontrar fallas en la simulación del cuerpo de su amante, ya fuera en sus movimientos, en la textura de su piel, o en su temperatura. En esa ocasión, estaba decidida a recorrer el cuerpo de Logan con el único objetivo de disfrutarlo, no de examinarlo.

Pasado el clímax, los amantes recuperaban el aliento, acostados en la gran cama. Con la oreja apoyada en el pecho de Logan, Jesy se relajaba escuchando sus latidos. Sabía que eran simulados, pero el sonido le producía una sensación agradable. La voz del hombre interrumpió el momento de relax.

-Ya debo irme.
-Claro, obtuviste lo que querías y te vas. No me vas a venir con que tenés una reunión en la mañana, ¿no?

Logan rió.

-Es que ya recibí la primer advertencia.
-¿Ah sí? O sea que hace bastante tiempo que te sumergiste. ¿Con cuántas estuviste hoy antes que yo?
-Jesy…
-No seas bobo, te estoy jodiendo.

Se produjo un breve silencio. Jesy no quería levantar su cabeza del pecho de su amante.

-Bueno… comenzó a decir Logan, siendo rápidamente interrumpido.
-¿No te gustaría conocerme?
-Nos conocemos hace mucho.
-Me refiero a conocerme de verdad. Saber cómo soy en realidad.
-Sí, a mí me encantaría. Pero a vos no te gustaría conocerme. Soy viejo, gordo, pelado y feo.

Jesy soltó una carcajada.

-Quiero quedarme a dormir acá. Esto es perfecto.
-Pero en este hotel no sirven desayuno. Además no vas a poder dormir, te va a despertar la chicharra. Y la mía va a sonar en cualquier momento.
-Sí ya lo sé.

Resignada, Jesy se levantó, dejando a Logan en libertad para irse, cosa que hizo luego de darle un tierno beso de despedida.

Sola en la enorme habitación, Jesy se miró en un espejo. Observó su pelo artificialmente enmarañado. Se llevó las manos a la cabeza pero ésta nunca sintió el tacto. En cambio, sus manos tocaron un casco tan rígido como invisible. Luego intentó tocarse el lóbulo de la oreja, sólo para encontrar la misma inconsistencia en las sensaciones.

Cuero cabelludo y orejas. Jesy deseó que esas dos partes del cuerpo hubieran podido recibir estímulos durante el sexo virtual como ocurría con casi todas las demás.

Decidió acostarse, cerrar lo ojos y quedarse dormida, hasta tanto Vinmersion comenzara a advertirle que era hora de volver al mundo real.

Momentos después, los auriculares de Jesy reprodujeron una suave campanada, seguida de una voz femenina igualmente suave. “Vinmersion le informa que su sesión deberá concluir en quince minutos”.

Jesy se desperezó, estirándose y bostezando. Un movimiento de su mano hizo aparecer en el aire un botón rotulado “Apagar”. Antes de presionarlo, echó un último vistazo de su imagen en el espejo, para quedarse con el recuerdo de ese cuerpo sin imperfecciones, modelado de acuerdo a sus preferencias. Resignada, presionó el botón y escuchó la voz de Vinmersion diciendo simplemente “hasta pronto”, tras lo cual todo se volvió negro.

Al quitarse el casco, se descubrió a sí misma sudorosa, con la boca seca y el cuerpo semihundido en una capa de espuma gelatinosa que se escurría lentamente por los tubos de reciclaje de la burbuja. “El mundo real apesta”, pensó.

Salió de la burbuja y ordenó en voz alta “Alex, preparame el baño por favor”. “Enseguida”, se escuchó decir al control inteligente del departamento.

Antes de sumergirse en la tina, acercó su rostro al espejo. Observó el lóbulo de su oreja izquierda. Metió sus dedos índice, anular y pulgar en su boca para humedecerlos, y los usó para apretarse ligeramente el lóbulo. Pero éste no sintió el contacto de los dedos.

Antes de sumergirse en la tina, acercó su rostro al espejo. Observó el lóbulo de su oreja izquierda. Metió sus dedos índice, anular y pulgar en su boca para humedecerlos, y los usó para apretar ligeramente el lóbulo. La caricia le produjo una leve satisfacción, la cual se transformó en placer cuando imaginó que sus dedos húmedos eran la lengua de Logan. Aunque ese placer fue interrumpido por un fuerte dejá-vú.

domingo, 22 de abril de 2018

Me dicen que no sea tan Fátima, y quien me lo dice es Joaquín Sabina

¿Sabina me habrá conocido y yo nunca me enteré? Por que algunas estrofas de su canción "Si no fueras tan" parecen escritas para mí. Pero no sólo parecen; en la letra me menciona por mi nombre... ¿Coincidencia? Quizás no...

Si no fueras tan Joaquín SabinaCopio la letra de la canción y marco algunas partes que me describen con bastante precisión:

Si no fueras tan guapa
si no me sacudieras por las solapas
del corazón

Si no fueras tan borde
si no te conocieran los cuatro acordes
de mi canción

Si no fueras tan lista
tan ángel de la guarda de los artistas
desesperados

Si no fueras tan tierna,
si no hubiera dormido entre tus piernas
crucificado,

Si no fueras tan loca, tan pena, tan todo
tan beso, tan duda
si no fueras tan seda, tan uva, tan miedo
tan sal, tan desnuda
si no fueras tan casa, tan nube, tan pingo
tan tango, tan blues...

Yo no estaría aquí
jugándome por ti
la vida a cara o cruz

Si no fueras tan... De esa manera
si no fueras tan... Enredadera
si no fueras tan... Perra faldera

Si no fueras tan... Como una fiera
si no fueras tan... Ni tan siquiera
si no fueras tan... Como cualquiera como eres tú

Si no fueras tan... Apasionada
si no fueras tan... Disparatada
si no fueras tan... Todo fachada

Si no fueras tan... Inocentada
si no fueras tan... Buena coartada
si no fueras tan... Corazonada como eres tú

Si no fueras tan boba,
si no te derritieras cuando te soba
cualquier fantoche

Si no fueras tan rara
si no se te notaran tanto en la cara
las malas noches

Si no fueras tan bruja,
tan marilyn, tan fátima, tan maruja
y tan encarnita

Si no fueras casada
si no tuviera dueño la mermelada
de tu boquita,

Si no fueras tan loca, tan pena, tan todo...

Yo no estaría aquí...

Si no fueras tan... Insoportable
si no fueras tan... Indispensable
si no fueras tan... Considerable como eres tú

Si no fueras tan... Imprevisible
si no fueras tan... Imprescindible
si no fueras tan... Irrepetible

Si no fueras tan... Susceptible
si no fueras tan... Indivisible
si no fueras tan... Incompatible como eres tú

Si no fueras tan de esa manera...

jueves, 19 de abril de 2018

Surreal - capítulo 1

Lo que sigue es un intento por escribir ciencia ficción. No sé si soy muy pretenciosa al querer hacerlo, pero por lo menos me saca de mi zona de confort. Agradezco muy especialmente a mi asesor en temas tecnológicos Sharkboy por sus valiosos aportes.

Jesy miraba distraídamente las noticias en la pantalla interior del auto, mientras éste la llevaba diligentemente hasta su hogar. Unos minutos después de partir, una voz suave y masculina le avisó que el viaje había concluído. La puerta del vehículo se abrió y Jesy descendió directamente en el living de su casa.

Las luces se encendieron junto con la música y el sistema de climatización, ajustándose a las preferencias de la dueña de casa.

Sexo virtual futuristaJesy vivía sola, como la gran mayoría de las personas que, como ella, rondaba los 30 años en 2044; es por eso que su casa reflejaba las tendencias arquitectónicas propias de su generación: grandes ambientes, ausencia de paredes y puertas, muebles escasos y, en lo posible, ocultos en las paredes.

Se quitó la ropa y la dejó tirada en el suelo. El robot de la limpieza se encargaría luego de recogerla y llevarla a lavar.

Después de tomar una bebida energizante, se abocó al pasatiempo favorito de su generación: Vinmersion, el sistema de realidad virtual inmersiva que había desterrado definitivamente a la arcaica televisión 3D.

Se puso el casco de realidad virtual y se metió en la gran burbuja acrílica que hacía las veces de interfaz humana.

Una vez dentro, el casco la transportó a una llanura verde cubierta por un cielo azul con apenas algunos trazos de nubes. Un menú de programas apareció flotando ante su vista, con sus tres opciones favoritas en los primeros lugares: fitness, fantasía y teatro. Con un movimiento de su mano, Jesy eligió fantasía. El escenario a su alrededor cambió inmediatamente por una escena espacial en la que su cuerpo flotaba entre cometas multicolores que surcaban el espacio. No tenía interés en explorar la galaxia virtual, así que con un gesto de su mano hizo aparecer delante suyo un mapa estelar, en el que rápidamente encontró el planeta Surreal.

Sosteniendo su dedo índice sobre el planeta durante un par de segundos, inició el viaje a híper velocidad hasta Surreal. Apareció dentro de una habitación privada en donde contaba con todo lo necesario para prepararse para su aventura: ropa, perfume, accesorios, incluso un cuerpo que podía modelar a su antojo para exhibir ante los demás visitantes del planeta virtual.

La "espuma inteligente" que llenaba la burbuja de Vinmersion era la encargada de traducir los estímulos virtuales en reales. Podía cambiar de forma, de textura, de temperatura y hasta de densidad. Al elegir y probarse Jesy un vestido, la espuma rodeaba su cuerpo, simulando el roce de la tela sobre la piel. Si elegía una prenda íntima muy ajustada, la espuma adoptaba la elasticidad exacta para apretar su cuerpo como lo haría la prenda real.

En sus inmersiones, Jesy optaba por usar siempre el mismo cuerpo; uno que se parecía bastante al real, pero con algunas mejoras: el busto un poco más grande, las caderas ligeramente más angostas, y la piel, suave como la de un bebé.

En cuanto a vestimenta, esa tarde sentía una preferencia por las prendas audaces; confiaba en encontrarse con Logan, su amante virtual preferido, y quería verse espléndida.

Después de probar una infinidad de combinaciones de maquillaje, peinado, vestimenta, zapatos, color de piel y color de cabello, se decidió a dejar la habitación.

Apenas cruzó la puerta para salir a la “intemperie” del planeta, comenzó a recibir una avalancha de propuestas de otros visitantes de Surreal deseosos de convertirse en sus amantes esa noche. Las descartó a todas, con la esperanza de recibir la única que pensaba aceptar. Sin embargo, ésta no llegaba.

Sintió un ataque de celos al ver en su lista de contactos que el estado de Logan era “ocupado”. Se propuso esperarlo sólo dos minutos, tras los cuales aceptaría la propuesta de cualquier desconocido.

Para alegría de Jesy, antes de que se cumpliera el primer minuto el estado de Logan había pasado a “disponible”, y la propuesta de su pareja preferida no tardó en llegar.

Con una gran sonrisa en el rostro (tanto en el real como en el virtual), Jesy hizo un gesto con el que aceptaba la propuesta. Inmediatamente apreció en el escenario que Logan había preparado para el encuentro: el lobby del hotel más lujoso que la imaginación podría crear.

Recorrió el lobby caminando con lentitud, observando a los conserjes, botones, pasajeros y demás seres artificiales en actitudes y actividades casuales que daban al escenario un aspecto más real. Al mirar a los ojos a cualquiera de ellos, éste respondía esbozando una cortés sonrisa. Jesy deseó que el mundo real pudiera copiar aunque fuera un poco de la perfección de ese espacio virtual.

Los auriculares del casco hicieron llegar a sus oídos las notas de un piano lejano. Jesy sonrió otra vez y comenzó a caminar en busca del origen de la música, orientándose por la procedencia simulada del sonido.

Después de recorrer varios ambientes en donde todo era lujo y refinamiento, llegó hasta un salón iluminado a media luz, en cuyo centro había un gran piano de cola blanco. Sentado al piano estaba Logan, ejecutando con virtuosismo una suave melodía.

Jesy caminó hasta el piano, se trepó a éste y se recostó de lado. Con esa postura podía lucir su producida figura y a la vez mirar a Logan, quien le regaló una sonrisa capaz de derretir un témpano.

-Podria quedarme miråndote tocar toda la noche -dijo ella.
-Yo preferiría pasar la noche tocando otra cosa -respondió el galán, mientras con la mano derecha, y sin dejar de tocar el piano con la izquierda, acariciaba la pierna de su compañera. La espuma dentro de la burbuja de Vinmersion replicó con precisión la caricia sobre la pierna real de Jesy, causándole un escalofrío.
Jesy rió.
-Y qué esperamos?

Por toda respuesta, Logan dejó inmediatamente de tocar, se puso de pie y ofreció ayuda a Jesy para bajarse del piano. Caminaron hasta un ascensor vidriado que los esperaba con las puertas abiertas.

Una vez en el ascensor, Logan presionó uno de los botones dibujados en la pared translúcida. El ascensor comenzó a subir.

El sistema de Vinmersion no podía (aún) simular la fuerza G, pero la ilusión visual de ascenso era lo bastante convincente como para producir vértigo a quien tuviera temor a las alturas. No era el caso de Jesy, que miraba maravillada cómo el tamaño de las personas virtuales iba en disminución a medida que el ascensor subía.

Logan presionó otro de los botones dibujados en el vidrio y el ascenso se detuvo abruptamente. En el rostro de Jesy se dibujó una nueva sonrisa, adivinando el siguiente movimiento de su pareja. Las manos de Logan se apoyaron en la pared translúcida, una a cada lado de la cara de Jesy, quien se sintió agradablemente acorralada.

Los labios de Logan tocaron finalmente a los de Jesy. La espuma en cada una de las burbujas de los amantes se encargaba de reproducir los movimientos, la textura, la temperatura y hasta la humedad de los labios y la lengua del otro. La espuma también era la encargada de delinear cada cuerpo en la burbuja remota, para simular el contacto físico.

La mano de Logan recorrió con cuidado la espalda de Jesy, tanteando sutilmente hasta encontrar un diminuto botón en el vestido. Al girarlo, el vestido se desvaneció en el aire, revelando el conjunto de ropa interior rojo y negro satinado que Jesy había elegido para la ocasión.

-A este te va a costar un poco más de trabajo sacarlo.
-No me preocupa -rio Logan-. Voy a esperar a que vos misma te lo quites.

Continuará...

domingo, 25 de marzo de 2018

Visita inesperada

Una parte importante del tratamiento para normalizar mi vida después de los traumas del año pasado fue olvidar todo lo relacionado con el depto de San Cristóbal. Olvidarlo todo, lo bueno y lo malo. Tuve que empezar de cero, pero con eso (y con ayuda de doctores, familiares y medicación) conseguí resetear mi vida. Pero muy dentro mío sentía que sería imposible desprenderme de todo aquello, que tarde o temprano alguna parte de ese pasado volvería a mi encuentro. Qué bueno que fuera una de las partes buenas.

Visita inesperada - Antonella de sorpresa
Normalmente no atiendo la puerta en la casa de mis viejos. Pero dio la casualidad que estaba cerca de la entrada cuando sonó el timbre, así que pregunté “quién es” y me asomé por la mirilla para espiar. Casi me caigo al suelo cuando la vi.

La hice pasar. La abracé. Le pregunté cómo hizo para encontrarme pero no sé qué me dijo, la verdad no la escuché. Se la presenté a mis viejos. Ellos ya habían oído hablar de Antonella. No les hizo mucha gracia que viniera a visitarme. Pero cayó tan de sorpresa que no pudieron hacer nada. Aparte, siento que les cayó bien.

Anto se quedó en casa y durmió conmigo. Cuánto ansiaba sentir en mi cuerpo unas caricias que no fueran las de mis propias manos. Y mi panza agradeció la suavidad de esas caricias. Logré sacarle un par de fotos sin que se diera cuenta, y por suerte nunca lo sabrá.

Le cantó a Pancha. “Canción del jacarandá”, de María Elena Walsh. ¿Cómo sabía cuánto me gusta María Elena? La puta madre, cómo me hizo llorar.

Le conté todo lo que me pasó. Ella lo sabía en parte, pero no conocía los detalles. Aunque hubo varios momentos en que me costó un poco, fue la primera vez que lo pude contar todo de corrido, sin quebrarme.

Visita inesperada - Antonella y yo
Ahora ella se volvió a su depto. Y yo me quedé pensando. Desde que se fue no hago más que pensar, que imaginar escenarios. Necesito a alguien a mi lado en los meses que quedan hasta que nazca Francisca, y más voy a necesitar a alguien cuando haya nacido. Pero, ¿dónde viviríamos? En su depto, imposible. Acá, menos que menos. ¿Ella dejaría su trabajo? No puedo pedirle que lo haga (pensamientos parecidos a los de meses atrás, cuando casi fuimos pareja).

Fue bueno que haya venido. Aunque haya ocurrido sin proponermelo, fue bueno blanquearlo con mis viejos; no lo entienden, pero lo aceptan.

Su visita fue muy breve, pero duró lo suficiente para poner en evidencia que necesito a alguien. Y quiero que ese alguien sea ella. Ojalá fuera posible.

martes, 20 de marzo de 2018

Me encanta la palabra "feminazi"

Muchas feministas se ofenden con sólo escuchar la palabra "feminazi". Pero yo celebro que la hayan inventado. Es algo muy bueno para el feminismo, por que separa a las verdaderas feministas de las extremistas que buscan la supremacía del género femenino por sobre el masculino (o sea, que odian a los hombres).

Feminazi
Entonces, las mujeres tenemos dos términos que nos definen: feministas (las que buscamos igualdad de géneros) y feminazis (las que buscan la supremacía femenina). Los hombres tienen sólo uno: machismo, y eso se debe a que, por sí solo, el machismo busca la supremacía masculina. Desde ya que hay hombres que quieren la igualdad de género, pero esos no tienen nombre. Son simplemente hombres.

La palabra "feminazi" suele usarse como un insulto para todas las feministas. El término lo popularizó un locutor de radio para calificar a las mujeres que defienden el aborto, pero después adquirió un significado más amplio y se volvió la palabra favorita de los machistas. Por eso debemos difundir su verdadero significado y diferenciarlo del feminismo auténtico.

El hecho de que exista ese término implica en sí mismo un triunfo del feminismo. Si los machistas debieron inventarlo, es por que ven que necesitan atacar y, a la vez, defenderse. Significa que el feminismo está sacudiendo los cimientos del statu quo machista; significa que está logrando su objetivo.

Ideas ridículas, como que la penetración sexual es un acto de violencia machista, o que es un abuso que un padre se haga llamar "papá" por sus hijas, son propias del feminazismo. Entonces, es algo positivo que exista una palabra para encasillar a esas ideas radicales y resaltar el verdadero rol del feminismo.

lunes, 19 de marzo de 2018

Masturbación durante el embarazo

Dicen que las relaciones sexuales no hacen daño al bebé, pero yo prefiero que mientras Pancha esté en mi panza, ningún hombre me meta nada por ningún lado. Por otra parte, estoy caliente como un adolescente, así que no me queda otra que masturbarme como loca. Además me siento linda, me gusta cómo está mi piel, me dan muchas ganas de acariciarme. Por lo menos ahora puedo hacer eso; hasta hace unas semanas, ni siquiera quería tocarme por miedo a que me subiera la presión.

Embarazada sexy 1Por las dudas estuve leyendo mucho sobre la masturbación durante el embarazo, y aparecen un montón de sexólogas y doctoras que dicen cualquier cosa. Sin embargo, hay algunos datos que me resultaron interesantes. Los comparto por si me lee alguna otra mamá que está en dudas si conviene o no jugar sexualmente con su cuerpo mientras está embarazada.

Uno de los temas que me preocupaba (a mí, por lo menos) era el de las sensaciones que se transmiten al bebé durante la excitación y durante el orgasmo. Esto es lo que encontré al respecto: una médica sexóloga explica que “cuando se experimenta un orgasmo, se segregan muchas sustancias, entre ellas endorfinas (hormonas de la felicidad), que inducen sensaciones de relajación, placidez y descanso. Esto le produce a la madre mayor bienestar, lo que inmediatamente se transmite al bebé e incide indirectamente en su crecimiento y desarrollo”. O sea que le hace bien al bebé, lo relaja y le transmite felicidad. Y a mí también, obviamente.

Embarazada sexy 2Estos supuestos expertos dan algunos consejos, algunos medio pelotudos, pero quizás a alguien le sirvan:

-Antes de masturbarte no olvides que tus manos deben estar  limpias. Conservar una buena higiene es clave para evitar infecciones.
Por esto es por lo que decidí que durante el embarazo ningún tipo me meta nada.

-Si usas un consolador este no debe ser demasiado rígido. Lo mejor es que sea de látex. Recuerda que hacia el final del embarazo no se recomiendan porque las vibraciones que producen pueden generar contracciones.
Yo lo uso sin meterlo, apenas la puntita nomás.

-Algunas sexólogas recomiendan las balitas clitorianas que se utilizan para estimular los labios vaginales y el clítoris así como vibradores diseñados para el punto G.
No sé de lo que están hablando, pero OK.

-Recuerda lavar muy bien tus juguetes sexuales una vez que los utilices.
Y sí, obvio.

Acostada con panza de 4 meses
-No tienes por qué sentir ningún sentimiento de culpabilidad. Esta es una práctica completamente normal.
Ya lo sé. ¿De qué culpabilidad me están hablando?

-Si tienes dudas al respecto, consúltalas siempre con tú médico.
Ya lo consulté, pero los tipos no tienen idea de cómo nos masturbamos las mujeres, así que es medio al pedo.



miércoles, 14 de marzo de 2018

Me da paja

Me daba mucha paja escribir algo en el blog, pero sin embargo lo estoy haciendo igual.

La verdad es que no me acostumbro ni a escuchar ni a decir la expresión "me da paja". Me produce una sensación incómoda. Será que soy anticuada, que ya quedé una generación atrás en cuanto a la forma de hablar. Sí, debe ser eso, por que cada vez entiendo menos lo que hablan los pibes.

Como sea, cuando escucho a alguien decir "me da paja" inmediatamente me lo imagino o me la imagino haciéndose una paja. Y lo peor es que la expresión se usa también en ámbitos serios. Me imagino a un profesor de la universidad diciendo: "alumnos, si no les da paja, hagan el trabajo práctico de la página 15...". Le quita seriedad al discurso, ¿no?

Para tratar de acostumbrarme y que no me resulte incómodo, yo también la voy a empezar a usar. La verdad es que, con esto del embarazo y de que me hagan todas las cosas, ya me da paja hasta moverme para acomodar la panza.

No, no funciona. Me sigue resultando incómodo. En fin. En algún momento me acostumbraré. O no.

Mientras tanto, sepan que si me dicen "me da paja", me los voy a imaginar haciéndose una paja; con lo cual no voy a estar prestando atención a lo que me estén diciendo.



jueves, 8 de marzo de 2018

Ideas de regalos para el día de la mujer

Hoy es el día de la mujer.

Seguramente en todas las esquinas hay vendedores de flores que les recuerdan a los hombres que tienen que quedar bien con sus esposas o suegras. Seguramente en todas las confiterías tienen paquetitos de bombones con corazoncitos y algún mensaje cursi. Sé que nadie me hará un regalo semejante, pero si lo hiciera, se lo tiraría por la cabeza y no le hablaría nunca más.

Señores, no crean que nos van a conformar con regalos pelotudos. Si creen eso, nos están faltando al respeto, y eso es justamente lo opuesto a lo que tienen que hacer en este día.

Les doy algunas ideas de buenos regalos para las mujeres en su día:

  • Si hoy es día de fútbol con los pibes, no vayan. Avísenles que tienen que pasar la tarde con sus esposas o novias.
  • Por un día, no miren ni compartan videos de minas en pelotas en WhatsApp.
  • Por un día, no les miren el culo a las minas por la calle.
  • Hagan ustedes las tareas del hogar y denle a sus esposas un día de vacaciones. No se limiten a lavar los platos; hagan todo: preparar a los chicos para el cole, lavar la ropa, hacer las compras, preparar la comida, etc. Sean amos de casa. Si hace falta avisen en el trabajo que están enfermos, pero denle a sus esposas un verdadero día de vacaciones.
  • Miren en la tele lo que sus esposas o novias quieran, sea telenovela, programa de chimentos, programa de decoración o de bricolaje. Si hay fútbol, no lo miren (a menos que ellas quieran). Ojo, no vale estar con la vista puesta en el celu; tienen que ver la tele con ellas.
  • Si ellas no quieren sexo, aguántense las ganas y no hagas berrinches. Y si sólo quieren mimos, dénselos sin esperar nada a cambio.
  • Si ellas sí quieren sexo, denles el gusto buscando que ellas gocen, no buscando sólo sacarse las ganas. Sean generosos, acuérdense de ese detalle especial que tanto les gusta y hagan que tengan un buen recuerdo de este día de la mujer.
  • Por Dios, esto no!
  • Si tienen amantes, regálenles flores o bombones. Seguramente les van a gustar. Si ellas no se respetan a sí mismas, no hace falta que ustedes las respeten.

¿Pensaron que se los iba a hacer fácil? Se equivocaron. No es fácil hacer un buen regalo para el día de la mujer. Pero si siguen mis consejos, les aseguro que van a sorprender y a dejar contentas a muchas mujeres.

martes, 27 de febrero de 2018

Les presento a Francisca

Ella mide apenas 7 centímetros, pero es el ser humano más hermoso que haya visto jamás. Su corazón late a toda velocidad. Me dicen que está muy cómoda, pero la piba se mueve para todos lados, como quien no puede dormir.
Ecografía Pancha 12 semanas

Cuando la vi en el monitor me quedé muda. Allí estaban sus piernitas, sus bracitos, su columna vertebral, su cabecita. Estaba todo.

Empecé a aguantar la respiración y a mirar nada más que la cara del médico. Quería ver si estaba serio, preocupado, contento, o qué, mientras pasaba por mi panza esa pistola espacial embadurnada en gelatina.

El tipo tenía la mejor cara de póker que se pueda imaginar. No se le movía un músculo de la cara. Creo que ni siquiera parpadeaba. Dibujaba cosas en la pantalla, escribía cosas que yo no entendía, y estaba tan mudo como yo.

Fue como un minuto lo que duró esa tortura. Hasta que dijo "mamá, está todo bien, todo normal". Solté el aire en un suspiro, reí y lloré al mismo tiempo, como la otra noche cuando recibí la primera patada. Hubiese querido abrazarlo y besarlo, pero no era apropiado. "¿Querés saber el sexo?". Yo ya lo sabía por intuición, pero el médico me confirmó que es nena (¡Sí!).

Volví a mirar al monitor. En ese momento sólo quería verla a ella, y sacarle sus primeras fotos de cuerpo entero. El ecógrafo entonces empezó a mover el aparatito como para que se la viera en pose, para que la nena hiciera sus primeras experiencias como modelo, siguiendo los pasos de mamá. "¿Querés sacarle una foto?", me preguntó. "¿Y a vos qué te parece?", tuve ganas de responderle, pero lo abrevié en un simple "sí".

Se las presento, ella es Francisca Selena Medina. Fecha (posible) de cumpleaños: 16 de agosto de 2018.

jueves, 22 de febrero de 2018

La primera patada

Primera patada de mi bebéFue anoche, a eso de las tres de la madrugada. Mi bebé me despertó, me dijo “acá estoy” con una patadita. Después no me pude volver a dormir. Estuve fácil dos horas llorando y riéndome al mismo tiempo, y diciéndole “te amo” en voz baja para no despertar a nadie en la casa.

Sentí también un alivio increíble a la ansiedad que me consumía por no saber cómo estaba mi bebé.

Hacía mucho tiempo que no le decía “te amo” a alguien. Y ahora me doy cuenta de que, las veces que lo dije, no significaba nada, pero nada, en comparación con la importancia que tiene ahora esa frase cuando se la digo a mi panza.

Hubo un par de patadas después. Y cada una me llenaba un poquito más de alegría, y me volvía a arrancar lágrimas y risas.

Ahora todo mi mundo, todo mi universo, está acá, en mi panza. No hay otra cosa que me importe.

viernes, 16 de febrero de 2018

Por un par de tetas

Son capaces de escribirnos poemas hermosos, en donde juran que nos amarán por siempre. Son capaces de prometer que dejarán todo atrás, toda su vida, sus familias, todo... que viajarán grandes distancias, que cruzarán mares y montañas sólo para estar a nuestro lado... son capaces de proponernos matrimonio. Son capaces de llenarnos de regalos, de darnos flores y decirnos que su belleza no se compara con la nuestra. También son capaces de olvidarse de todo eso ante el primer par de tetas que se les cruza.

Poema para Fátima
Basta con que dejemos de servirles para saciar sus deseos primitivos. Basta con que nos embaracemos, que engordemos, que estemos postradas en una cama, con los pies hinchados y el cuerpo deformado, para que se olviden de todas esas epopeyas heroicas que eran capaces de encarar sólo para estar a nuestro lado.

Lo peor es que nosotras seguimos siendo unas crédulas pelotudas y seguimos cayendo. A pesar de los desengaños, seguimos pensando que hay excepciones. Y encontramos a alguien que jura amarnos, y nos decimos: "no son todos iguales, este tipo es diferente". Pero después nos demuestran que no. Como los perros, que por seguir a una perra en celo son capaces de tirarse abajo de un camión y ni siquiera darse cuenta, los tipos se olvidan del amor eterno por el que juraron ser capaces de mover cielo y tierra en cuanto se les cruza un nuevo par de tetas.

Flores regaladas
Ya no. No más desengaños. No voy a creer ni una sola promesa más proveniente de un hombre.

Pero no los culpo. No es culpa de ustedes, señores. Está en su ADN y no lo pueden controlar. No se engañen a ustedes mismos, no piensen "yo soy diferente, yo sí soy capaz de amar incondicionalmente". No. Afróntenlo. Sepan que ese amor que hoy los enceguece, mañana quedará en el olvido cuando venga cualquier otra mujer y les muestre sus tetas.

Si son honestos con ustedes mismos, las cosas serán más fáciles también para nosotras. Cuando nos juren amor eterno, cuando nos ofrezcan besos "que sellan nuestro amor al universo", aclárennos que se olvidarán de todo eso apenas vean otro par de tetas.

Es entendible. Las tetas son lo primero que ven al nacer, y lo primero que calma sus ansias. Hay una atracción magnética, tan inevitable como la ley de la gravedad, entre un par de tetas y los ojos de un hombre. Lo que no entiendo es por qué a las mujeres no nos pasa lo mismo. Será que tenemos las nuestras y no nos hace falta buscar ese par que nos alimentó y nos dio amor apenas vinimos al mundo.


Así que nada. Sépanlo, muchachos. Se acabó. No voy a caer ante ninguna otra promesa o declaración de amor que me hagan. Y cualquier promesa que reciba, la voy a someter a la prueba de las tetas, y esa promesa se deshará como un castillo de arena ante el agua del mar.




viernes, 9 de febrero de 2018

Me pica el culo

Ahora que tengo toda su atención…

Me pica el culo
Y sí, me pica, ¿y?
Quiero contarles simplemente que no tengo nada para contarles. Hace semanas (ya no sé bien cuántas) que estoy postrada en la cama, siguiendo las órdenes del médico de guardar reposo absoluto para que no me suba la presión. Y por una vez voy a actuar como una persona responsable y voy a hacer caso. Por que ahora no se trata sólo de mi salud, sino de la de la vida de alguien más.

Pero es un hecho que estoy muy aburrida. Ni siquiera me masturbo para evitar cualquier posibilidad de que me suba la presión, aunque el médico me dijo que no tiene nada que ver, pero por las dudas no lo hago. Y no es que no tenga ganas.

Lo que más lamento es no tener algo interesante para contar. Así que no me queda más remedio que empezar a inventar. Ya que no tengo nuevas experiencias para compartir con mis lectores, voy a empezar a escribir ficción. Ficción erótica, que es lo que a mí más me gusta leer.

Voy a dejar volar mi imaginación (alas no le faltan) y veremos qué sale. Cuando me excite al escribir me voy a tener que aguantar las ganas, incluso las ganas de tocarme. Ya empecé a escribir algo, apenas lo termine lo voy a publicar aquí.

Cuadro El origen del mundo
Cuadro "El origen del mundo"
El origen del mundo
Ya que no puedo usar Facebook, leo diarios y revistas. Así fue como enteré de que Facebook aplicó la censura sobre un cuadro de 1860 llamado “El origen del mundo”. Es un cuadro que muestra una concha peluda en primer plano, sin ningún recurso artístico que la disimule.

Se armó flor de escándalo. ¿Cómo Facebook va a censurar una obra de arte?

Me parece que hay mucha hipocresía en todo esto. Si lo que censuró Facebook fuera una foto cualquiera, en vez de ser un cuadro de un pintor famoso, todos estarían de acuerdo en censurarla (de hecho, a mí Facebook me censuró varias fotos y hasta me bloqueó una cuenta).

¿Por qué el cuadro tiene privilegios, siendo que muestra una imagen censurable con toda claridad, como si fuera una foto? O aplicamos censura a todo, o no la aplicamos a nada. Yo soy partidaria de que no la apliquemos a nada. Yo sé que me van a censurar, pero aquí está mi propia versión de “El origen del mundo”:

Mi versión de "El origen del mundo"
Mi versión de "El origen del mundo"

OK, es diferente por que la mía está depilada. Y está acompañada de una panza. Pero tengo que aprovechar para mostrarla ahora, por que en unos meses se va a abrir bastante para dejar pasar a mi bebé. Salvo que nazca por cesárea, pero espero que no.

Ah, y eso de que me pica el culo, perdón pero es verdad.


lunes, 1 de enero de 2018

Qué año...

Es ridículo culpar al año que terminó por las cosas malas que pasaron o asignarle el mérito de las cosas buenas, así que no voy a decir ni que fue un año de mierda ni que fue excelente. Lo que sí voy a decir es que fue un año con muchísimas experiencias para recordar.

Año nuevo, panza nueva
Año nuevo, panza nueva
Voy a recordar siempre el mes de febrero cuando recién me mudé al depto y conocí a Antonella, mi vecina, y poquito después a Fede, el instalador del cable.

Voy a recordar cuando empecé a disfrutar de aquel balcón, cuando empecé a hacer yoga, cuando descubrí mi costado sádico.

Cuando me empezó a espiar Marcos, el vecino adolescente, iniciando una secuencia de hechos casi trágica.

Cuando empecé a trabajar como modelo y cuando me reencontré con Fede.

Cuando hice realidad mi sueño de tener un sumiso con quien jugar el papel de ama castigadora.

Cuando apareció la familia de Marcos y empezaron a acosarme, para luego raptarme con la intención de venderme.

Cuando estuve encerrada una semana e intenté suicidarme para no morir de hambre y de sed. Este último episodio desearía borrarlo de mi mente, pero lamentablemente no puedo evitar que su recuerdo me siga acosando por las noches.

Cuando descubrí que estaba embarazada.

Mi prioridad para este 2018 es asumir mi rol de madre (mi único rol por el momento) y cumplirlo de la mejor manera posible.

Mi mayor deseo en este momento es que, a fines de este año, pueda escribir el resumen del año con mi hijo o hija en brazos y, simplemente, que ambos estemos sanos y felices.

A quienes me siguen leyendo, les agradezco infinitamente por acompañarme, y les deseo que tengan un hermoso 2018, en el que se cumplan todos sus sueños. Tengan en cuenta que eso depende sólo de ustedes y de su voluntad para hacerlos realidad.

 

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