sábado, 21 de octubre de 2017

Les presento a las gemelas, Pancha y Jacinta

Las gemelas Pancha y JacintaMuy mal de mi parte que nunca les presenté a las gemelas Pancha y Jacinta. Así que se las presento: Pancha, la derecha (mi derecha) y Jacinta, la izquierda. Ellas son chiquitas y les gusta recibir mucho amor.

Los nombres se los puso un novio que tuve hace mucho, si mal no recuerdo fue el primero al que le permití verlas al natural. El noviazgo duró nada, pero los nombres me gustaron así que me los quedé.

Como decía, ellas son pequeñas. A veces quisiera que fueran más grandes; siento un poco (sólo un poco) de envidia por las mujeres que se las pueden lamer a sí mismas. Me gustaría poder hacerlo, pero me tengo que conformar con buscar a alguien que les pase la lengua por mí.

Sé que la mayoría de los hombres se decepcionan cuando ven lo chiquitas que son. Cuando las suelto delante de algún tipo, trato de observar su reacción, y muy a menudo noto gestos disimulados de decepción. Eso me desmotiva un poco, me hace pensar algo así como que no soy suficiente mujer. Pero trato de compensar esa falencia de otras formas, y enseguida se olvidan del escaso tamaño de mis pechos.

A veces me pregunto si tendrán alguna conexión con los hemisferios cerebrales. Por ejemplo, que si estimulo a Pancha, se estimula el hemisferio de la creatividad (por ejemplo), y si estimulo a Jacinta, se estimula el del razonamiento lógico. Hice algún experimento, pero no noté ninguna diferencia. Lo que sí descubrí es que lo más lindo es estimularlas a las dos al mismo tiempo.

Hay una ventaja en que sean pequeñas: no se van a caer tan fácilmente. A mi edad, muchas mujeres de pechos grandes empiezan a sentir la acción de la gravedad y a tratar como sea de evitar la inevitable caída. Yo no tengo que preocuparme mucho por eso.

Muchas veces me preguntan: ¿por qué no te ponés tetas? A lo cual siempre contesto: ni en pedo. ¿OK? Ni-en-pedo. Este es el cuerpo que me tocó, lo quiero mucho y estoy muy contenta con él, así que así se va a quedar.

Algún día (espero que dentro de no muchos años) servirán para alimentar a algún bebé. Seguramente crecerán un poco, se pondrán más redondas, y cuando ya no den más leche, quizás queden como un par de medias viejas. No importa. Habrán cumplido su propósito.


1 comentarios:

lao dijo...

haha pancha y jacinta, me encantan estos tipos de blogs auténtico y personales

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